Un titular revelador
Un titular revelador
En medio del pico más alto de muertes y contagios por la pandemia, con una vacunación lenta, con el anuncio de una reforma tributaria que desconoce la grave crisis económica y social que vive el país, así como una protesta social que no es fácil de calificar, pues a veces parece valiente y heroica, pero no por ello deja de ser irresponsable y temeraria por el impacto en la salud que pueda generar; en medio de este marco un canal de televisión nacional y privado tituló la manifestación como “Celebración por un acto de Gobierno” ¿Esto es lógico? ¿Se trata de una broma de mal gusto?
Sin duda, el dolor de tantas muertes, la quiebra de empresas y negocios, la falta de empleo e incluso los problemas de violencia intrafamiliar y de género, demandan un poco de empatía y mayor sensibilidad de todos; sin embargo, lo hecho por este medio de comunicación no es fácil de entender. Si busca defender al Gobierno se equivoca, pues se debe tener empatía es con las víctimas, tantos ciudadanos que arriesgan su salud y la de su familia por tener que salir a rebuscar el sustento.
Tristemente, tanto la causa del problema como la posible salida a la crisis se ha revelado por estos días, pues más allá de un déficit en la economía del país, que resulta innegable, uno de los mayores dramas que sufrimos los colombianos es la falta de empatía, ese obsesivo comportamiento de sobrevivir cada uno por su lado y bajo sus propias reglas, sin considerar a los demás. Esa actitud es la que nos ancla y nos arrastra a un agujero que, si bien es profundo por el covid-19, resulta más insondable por culpa de nuestra indolencia.
Más allá de reformas tributarias, de enfrentamientos en las calles o incluso de medios preocupados por defender al Gobierno, lo que exige la situación es solidaridad y sensibilidad; es decir, no se trata de pedir que aporten impuestos quienes tengan vacíos los bolsillos, sino que se deben buscar alternativas para compartir lo mucho o poco que tenemos.
El modelo económico para esta crisis debe ser dar más y pedir menos, apoyar generosamente y exigir al mínimo; seguramente no es época para campañas publicitarias costosas, sino para convertir en noticia las iniciativas que promueven la solidaridad.
En esta época debemos cambiar el significado de muchas palabras: sacrificio no puede ser “pague impuestos de donde no tenga”, sino compartamos un poco de nuestra comodidad con quienes no tienen nada; hacer sentir nuestra voz no puede ser acallar al que piensa diferente, sino cuidar la vida de todos. Al final, el titular ideal debería ser: “Entre todos superamos este difícil momento de la historia”.